viernes, 7 de agosto de 2015

Una sociedad enmascarada.

Arreglo de máscara en hora de clases. (1)
Nueva clase orientada al arreglo de las máscaras, y la verdad es que si bien tenía el bosquejo en mi mente de lo que quería hacer para esta clase no pude terminarla como yo hubiera deseado. La cuestión se dificultaría cuando mi máscara presentó problemas al tratar de incluirle pasta muro y lijarla por defecto de las capas que lo recubrían y lo endeble a cualquier movimiento brusco. Así mi cabeza realmente se cuestionó la difícil situación de ser poseedor de una máscara poco resistente. Después de todo, no quería pasar por las penurias de que se me rompiera definitivamente al final cuando tuviera que presentarla, pues sería un completo desastre tanto para mí como para los presentes.

Fue el inicio de una lucha personal ínter-relacionada con lo que yo debía hacer y curiosamente la mayor parte del rostro se centraría en el “Ying Yang” como todos los opuestos que rigen a nuestras vidas partiendo por el bien y el mal, el día y la noche, el sí y el no; y precisamente era como la situación que estaba viviendo, en donde ideas se trastocaban de forma opuesta. Era arriesgarse con una máscara que tenía el defecto o simplemente partir de 0 al hacer una nueva máscara resistente, pero evitando la necesidad de agregarle pasta muro en exceso y tener que lijarla solo con agua.

Arreglo de máscara en hora de clases. (2)
Avance de máscara. (1)
Avance de máscara (2)
Después de haberlo pensado durante mucho rato, decidí por hacerme de nuevo la máscara, esta vez quedaría mucho más resistente y por suerte así fue evitándome la necesidad de lijar la máscara mucho rato. Con la máscara lista, empezaría mi proceso creativo para pintarla, es así como durante todo este transcurso ya había imaginado que desearía hacerle. A lo largo de toda la frente simulé el espacio como una forma de concebir nuestras ideas en un universo tan grande, magnífico y desconocido por nosotros mismos como lo es nuestra frente, nuestro cerebro, nuestro pensar. El resto de la cara se centró en el ying y el yang, un lado blanco y otro negro, y que mas allá de evidenciar dos lados opuestos quise dar a entender que –por lo menos en mi caso- un lado nunca es y será igual al otro, evidenciando que no existe una única posibilidad de perfección, sino que cada forma es sinónimo de perfección.

Finalmente, en las posibilidades de construir y hacer una máscara está la oportunidad para reflejar nuestros defectos, virtudes o lo que creemos de nosotros mismos, un rostro que puede decir todo y a la vez nada, una oportunidad para dejar tus pensamientos al desnudo, decir lo que quieras expresar y hacerte un espacio en medio de todos quienes te rodean en esta sociedad enmascarada.  

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